El ensayo por partículas magnéticas es un método no destructivo que se utiliza para detectar defectos superficiales y subsuperficiales en materiales ferromagnéticos. Este método puede aplicarse a cualquier metal o aleación que contenga hierro.
El ensayo por partículas magnéticas es un método muy útil
Es un método de gran utilidad para determinar la presencia de defectos. La técnica no requiere un contacto directo con el material de prueba y puede utilizarse para detectar pequeñas grietas o huecos en una amplia gama de metales, como el acero, el aluminio, el cobre, el latón, el bronce y las aleaciones con base de níquel, así como los aceros inoxidables.
Pueden realizarse también, en una amplia variedad de materiales magnéticos, como el hierro, el níquel, el cobalto, algunas aleaciones y el acero inoxidable austenítico. Todos estos materiales son ferromagnéticos.
También puede utilizarse para detectar grietas, solapamientos, costuras y otras discontinuidades perpendiculares al campo magnético que puedan afectar al rendimiento o la seguridad del componente sometido a ensayo. Esta técnica permite detectar imperfecciones en materiales ferromagnéticos como los aceros y los hierros fundidos.
La inspección por partículas magnéticas (MPI) es un método eficaz de examen no destructivo para inspeccionar materiales ferrosos, como soldaduras o fundiciones, en los que existe un acoplamiento magnético entre las piezas adyacentes. La prueba de partículas magnéticas consiste en hacer pasar un campo magnético aplicado a través de una pieza en busca de zonas donde haya porosidad o vacíos en estos materiales.
Además de las técnicas estándar de inspección por partículas magnéticas descritas anteriormente, también existen servicios avanzados de ensayos no destructivos utilizando sondas de corrientes de Foucault (EC). Hay sondas que se han diseñado específicamente para el uso con equipos de ensayo de partículas magnéticas para controlar la distribución de la corriente dentro del material sometido a prueba y proporcionar información valiosa sobre el estado de ese material durante una prueba.
¿Qué indican las partículas de hierro?
La presencia de partículas de hierro indica la existencia de una imperfección, que puede analizarse posteriormente con técnicas de inspección adicionales, como la radiografía o los ensayos por ultrasonidos.
Esta prueba es especialmente útil para los materiales como el acero y la fundición. Donde las partículas fluorescentes o no fluorescentes que contienen hierro se aplican en suspensión líquida al componente mediante pulverización o cepillado. Si existe un campo magnético en la superficie del material sometido a prueba, éste atraerá la partícula a su superficie.
El magnetismo puede detectarse visualmente observando las partículas que son atraídas a una zona determinada de un componente. Los resultados pueden compararse con información de referencia u otras mediciones realizadas durante la inspección. Tales como las mediciones de densidad de flujo magnético (MFD) o las pruebas de corrientes parásitas.
También mide la fuga de flujo magnético de un componente. La única parte de la superficie en la que no se produce ninguna fuga sería en el contacto perfecto, sin discontinuidad. Cualquier imperfección expuesta a un campo magnético aplicado producirá un flujo de fuga. Este atraerá partículas que contienen hierro y formará grupos de partículas que indican la existencia de una imperfección.
Puede realizarse a altas temperaturas, hasta 350 grados Celsius. Por encima de esta temperatura, se utilizan suspensiones a base de aceite porque ayudan a proteger las piezas sensibles del sobrecalentamiento.
Esta prueba es una herramienta valiosa porque es eficaz para detectar imperfecciones simples que se pasan por alto fácilmente, dejando los componentes intactos. Se puede utilizar en muchos tipos de materiales y en una serie de industrias. En PGB la utilizamos para corroborar la calidad de los componentes que maquinamos.
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